Yvonne
octubre 4, 2024Josefina
Si se detecta a tiempo, y teniendo a un buen oncólogo, el cáncer no es una sentencia de muerte.
Hola, soy Josefina Zambrano, actualmente ya mujer de tercera edad, madre y abuela pensionada y dedicada a vender productos Just y este es mi testimonio en cuanto a mi experiencia con el cáncer.
Yo llegué a vivir a Vallarta dos y medio años antes de vivir esta experiencia. Anteriormente vivía en la Ciudad de México, donde viví toda mi vida pero como mis hijos y nietos vivían aquí desde hacía algún tiempo, decidí venir a vivir a este extraordinario lugar, siendo esta, una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida. Yo vivía “de vacaciones”, al estar recién pensionada y quise solo disfrutar de este paraíso, conocer gente, hacer nuevas amigas y solo vivir, vivir y vivir.
Un año antes de ser diagnosticada, fui a urgencias por un mareo fuerte y me hicieron varios estudios ya que vieron que no era por el oído. Uno de esos estudios fue un Doppler de las arterias del cuello y ahí el radiólogo), detectó un nódulo en tiroides que quiso seguir analizando. Un año después ese nódulo había crecido y decidió hacer una biopsia.
Hasta ese momento, yo sentía terror de ser diagnosticada con cáncer ya que mucha gente en mi familia cercana, padre, hermana, abuelos, tíos, etc. habían muerto de esta enfermedad. Sentí mucho miedo y cuando recibí el resultado, sentí que me moría de terror.
Al haber tenido tantos familiares con cáncer, sabía perfectamente lo que costaba y lo difícil que era tener cáncer. Decidí tratarme en el IMSS y ahí encontré a la mejor médico, con una humanidad, tranquilidad, paciencia y serenidad pocas veces visto en un médico. Ahí supe que iba a estar bien ya que todas mis dudas, todo lo que pregunté, todo, absolutamente todo, me fue aclarado por la Dra. Nayeli Mateos, la oncóloga que hasta el día de hoy es un verdadero ángel en mi vida. Mi cirugía fue un éxito y no fue necesario darme tratamientos como yodo radioactivo ni nada mas. La Dra. Mateos extrajo el nódulo maligno en su totalidad, dejándome la mitad izquierda de la tiroides y así dándome la oportunidad de que mi tiroides haga su trabajo para darme una buena calidad de vida.
Una vez que pasó todo lo difícil de la cirugía, me fui adaptando a saber que soy una sobreviviente de cáncer, a darle gracias a Dios por haberme puesto en el camino a la Dra. Mateos, a quien quiero y admiro profundamente, a entender todo lo que debo hacer para seguir en observación por diez años y así estar segura de que la enfermedad no vuelva a mi vida y sobre todo, a saber que si está a tiempo, que si tengo a un buen oncólogo en mi vida, si eso pasa, no es una sentencia de muerte tener cáncer.
Yo quisiera que todos, hombres y mujeres de todas las edades, estemos pendientes de nuestro cuerpo, de cualquier cambio que notemos porque así estaremos a tiempo de que si es cáncer, el tratamiento o la cirugía, funcionen para poder vencerlo.
Quiero, para terminar, agradecer a mi querida Doctora Mateos, por estar siempre pendiente de lo que necesito para saber que no regrese a mi el cáncer, por cada cita, por cada análisis, por cada ultrasonido que me hacen.
Josefina Zambrano Díaz
Yo vivía “de vacaciones”, al estar recién pensionada y quise solo disfrutar de este paraíso, conocer gente, hacer nuevas amigas y solo vivir, vivir y vivir.