Elba Girón
septiembre 26, 2024Josefina
octubre 11, 2024Yvonne
..."Considero que la experiencia de enfrentar el cáncer me ha fortalecido y me ha permitido descubrir una nueva perspectiva de la vida."...
...a los resilientes nos podrán quitar todo, pero lo que no nos pueden quitar son nuestros pensamientos, nuestros deseos de vivir, el apreciar a nuestra familia, el amar a mi esposo, amar el amanecer, la naturaleza, y eso seguro nos proporcionará la fortaleza necesaria para seguir adelante...
Mi nombre es Eva Yvonne Rangel Machain provengo de un matrimonio muy consolidado, formado por personas preparadas, religiosas y con un alto sentido de integración familiar. Fuimos cinco hermanos de nivel socioeconómico medio. En cuanto a mí, desde muy joven me dediqué al estudio, logrando una profesión universitaria y diversos cursos y diplomados. Me desempeñé laboralmente en instituciones públicas y privadas, incluyendo docencia universitaria.
En el aspecto social, disfruto de las reuniones con mis seres queridos y amigos, viajar, y tengo una gran pasión por la naturaleza, los animales y la fotografía.
Viví un primer matrimonio de 10 años sin hijos. A la edad de 11 años, me enteré del cáncer cuando a una de mis hermanas, de meses de nacida, le diagnosticaron leucemia. Fue una noticia muy preocupante que afectó profundamente a toda la familia.
Ya de adulta, mi padre fue diagnosticado con cáncer de próstata, seguido de mi madre con cáncer de estómago y vejiga. Además, mi hermano, dos años menor que yo, falleció a causa de un tumor cerebral. Fueron momentos muy difíciles que me impactaron profundamente, pero nunca los asocié conmigo misma.
A pesar de realizarme estudios médicos con resultados negativos, volví a casarme a los 50 años. Mi nuevo esposo, diez años mayor que yo, es un hombre maravilloso al que amo, admiro y respeto. Decidimos establecernos en Puerto Vallarta y, motivados por cuidar nuestra salud, nos realizamos diversos estudios. A los 53 años, me detectaron un fibroadenoma benigno en el seno izquierdo, por lo que me sometí a controles anuales.
Sin embargo, en noviembre de 2020, a los 57 años, me diagnosticaron un nódulo maligno en el seno derecho. Los resultados de la biopsia confirmaron un carcinoma ductal infiltrante, lo que requirió una cirugía.
Al recibir el diagnóstico, sentí un gran alivio, ya que la incertidumbre había sido muy angustiante. Para mí, el cáncer no era una sentencia de muerte, sino una oportunidad para valorar la vida y disfrutar de cada momento.
El proceso médico fue desafiante, pero gracias el apoyo de mi esposo, amigos, un excelente equipo médico, pude superarlo. La Dra. Nayeli Mateos, mi oncóloga, fue fundamental en todo este proceso, brindándome no solo atención médica, sino también apoyo emocional.
Considero que la experiencia de enfrentar el cáncer me ha fortalecido y me ha permitido descubrir una nueva perspectiva de la vida. Me siento agradecida por cada día y por las personas que me rodean.
El no permitirme reprimirme me hace pensar en las cosas positivas que tiene la vida: el poder disfrutar de una rica taza de café junto a mi esposo, ver el mar, reír, hacer ejercicio, cocinar, el haber rescatado y adoptado a una perrita que era maltratada y que ahora es parte de mi familia. Disfruto de la música, la lectura, las series televisivas, las películas y, algo no menos importante, es seguir realizándome estudios de seguimiento y prevención, ya que es bien sabido que cuando se detecta oportunamente el cáncer no trae consecuencias letales.
Es una oportunidad de aprendizaje y descubrimiento de mi potencial, de mi empoderamiento, de mi fortaleza mental. El tener una actitud positiva hace que todo sea más fácil de llevar en este proceso del cáncer.
Recuerden que las personas con esta condición podemos perder un seno, los dos senos, el pelo, las pestañas, las cejas, el vello de todo el cuerpo, etc., o cualquier otra afectación provocada por el cáncer y su tratamiento, que nos hacen sufrir, que duelen, nos inquietan y, en ocasiones, perdemos la autoestima. Pero, como dicen los expertos, "a los resilientes nos podrán quitar todo, pero lo que no nos pueden quitar son nuestros pensamientos, nuestros deseos de vivir, el apreciar a nuestra familia, el amar a mi esposo, amar el amanecer, la naturaleza, y eso seguro nos proporcionará la fortaleza necesaria para seguir adelante".
Me gustaría recomendarles el constante acercamiento a las organizaciones de apoyo a las mujeres con cáncer, ya que logramos importantes retroalimentaciones y, en ocasiones, apoyos tales como prótesis, estudios gratuitos, cursos, etc.
Y algo más: como todas sabemos, tenemos que cambiar ciertas rutinas y cuidados de la piel y el cuerpo, como son las exposiciones al sol, la sal del mar, el cloro de las albercas, el uso de cosméticos, lociones, desodorantes, entre otros. Y ante esta condición, también existen alternativas especiales para nosotras.
Y, por último, me gustaría que en mi localidad existiera, de forma permanente, campañas de prevención y atención para prevenir el cáncer, porque muchas veces escuchamos de sus consecuencias cuando no se atiende oportunamente, pero no le ponemos la atención suficiente y, por ello, muchas veces esta enfermedad se convierte en fatal. Pongamos todos los granitos de arena para evitar esto.
A los resilientes nos podrán quitar todo, pero lo que no nos pueden quitar son nuestros pensamientos, nuestros deseos de vivir, el apreciar a nuestra familia, el amar a mi esposo, amar el amanecer, la naturaleza, y eso seguro nos proporcionará la fortaleza necesaria para seguir adelante